El 24 de abril de 1943 el convoy aliado ONS-5 conformado por
42 buques mercantes escoltados por 7 destructores,
zarpa de costas Norteamericanas con rumbo a gran Bretaña. 5 días después en
medio del atlántico el convoy es atacado por una manada de 33 submarinos Nazis,
mientras que en Alemania el almirante Karl Donitz, comandante de la Marina
Armada Nazi, dirige personalmente cada segundo del ataque por medio de mensajes
de Radio encriptados.
La batalla duro 7 días, siendo hundidos 6 submarinos y
dañados 7, era la primera vez que la flota aliada causaba daño considerable a
las fuerzas del eje. En el transcurso del mes de Mayo 34 submarinos más fueron
destruidos, mientras que 37 fueron dañados, lo que significaba que el 25% de la
marina alemana había sido destruida en solo un mes. El almirantazgo alemán ante
tal desastre ordeno la construcción de más submarinos, mas rápidos y mejor
armados, mas sin embargo no importaba a donde se dirigiesen, eran
inmediatamente localizados por las fuerzas aliadas y destruidos, al final de la
guerra 783 submarinos alemanes habían sido hundidos.
En septiembre de 1943 Donitz ordeno La retirada de la flota
submarina a las costas, aceptando amargamente que la batalla del atlántico había
sido ganada por el bando aliado, los mares quedaron libres al transito marino
durante toda la guerra, lo que permitió la llegada masiva de tropas
angloamericanas y suministros que culminaron en el desembarco de Normandía en
1944, y la caída del régimen Nazi en 1945.
Donitz, nunca se enteró que el código de encriptación alemán,
había sido descifrado por los criptógrafos británicos, entre ellos Alan Turing.
Quienes durante años y después largas jornadas de análisis y cálculo pudieron
por fin descifrar el código de radio Alemán. Cada mensaje que el almirante Donitz
enviaba a su flota, era inmediatamente descifrado y notificado a los
destructores aliados quienes tomaban medidas pertinentes; se conocía la posición
exacta de cada submarino y los movimientos que efectuarían.